La salud mental influye mucho en el bienestar general. El estrés puede quitarnos energía y afectar el
sistema inmune, por lo que es importante tomarse un tiempo en el día para soltar las tensiones
emociones y mentales.
Estresarse también es un factor de riesgo que puede causar problemas de salud como el colesterol alto,
las enfermedades del corazón, el cáncer y la diabetes. Por esta razón, la meditación es una de las
herramientas más efectivas para manejar el estrés.
Aunque esta práctica empezó a ser una novedad hace apenas un par de décadas, en algunas regiones se
viene realizando desde hace muchos años para conectar con la espiritualidad. De hecho, a veces se
utiliza como un tratamiento complementario para aliviar el estrés, el dolor y mejorar el sueño.
Reducir el ritmo de los pensamientos y la ansiedad te puede ayudar a sentirte más fuerte y capaz de
enfrentarte a los retos de manera efectiva, además de fortalecer tu sistema inmunológico.
La meditación consciente es una de las más comunes porque contribuye a aliviar la ansiedad, la
depresión y el estrés. Para meditar conscientemente hay que tomar en cuenta cuatro elementos:
● Un lugar tranquilo sin distracciones
● Una posición cómoda
● Atención focalizada
● Una actitud abierta y relajada
Estos puntos se pueden tomar como base para empezar a meditar unos minutos cada día. A medida que
se va agarrando confianza, es posible aumentar el tiempo en intervalos de 5 minutos hasta que se pueda
meditar por 20 o 30 minutos al día. Vale decir que se debe meditar todos los días, así sea unos pocos
minutos en las jornadas complicadas.
Aunque se puede meditar en cualquier parte, lo ideal es que no haya ruidos en el lugar, ya que mientras
más calmado y silencioso sea, más fácil será concentrarse. Ayuda mucho oscurecer las luces, cerrar la
puerta, modificar la temperatura de la habitación y poner un contador de tiempo con una alarma que no
suene fuerte.
Si uno no está cómodo al meditar, es difícil realizar esta actividad, por lo que se recomienda sentarse o
acostarse en un puesto confortable y mantener una buena postura, al mismo tiempo que uno se queda
en una posición relajada. Para esto hay que mantener la espalda derecha y los hombros tranquilos.
A continuación se presentan varios consejos para controlar el estrés
Descansar por un momento en el día puede ayudar a soltar el estrés acumulado. Puedes empezar
cerrando los ojos y volviéndote consciente de tu cuerpo, al mismo tiempo que relajas los hombros y
cualquier otra parte del cuerpo donde sientas tensión.
Tómate tu tiempo y ve por cada espacio de tu cuerpo, mientras te relajas y sueltas. No te olvides de
respirar. Esta actividad que dura solo unos minutos puede tener un impacto positivo en tu bienestar
general.
Si te cuesta concentrarte, puedes hacer un ritual especial con velas, música relajante, inciensos o aceites
de aromaterapia. La idea es que estos implementos te permitan despejar la mente y alcanzar un estado
Cuando no estamos centrados, el estrés nos puede afectar más y terminar por abrumarnos. Para anclar
la mente frenética (reducir la velocidad de los pensamientos), es necesario volver al cuerpo.
Una de las mejores formas de hacer esto es a través de un masaje. Lo más seguro es que un profesional
te pueda indicar el masaje que más te ayude, tomando en cuenta lo que presentes.
Recibir un masaje de vez en cuando ayuda a recobrar y mantener la fuera interna y el equilibrio. De hecho,
algunas tradiciones recomienda hacerse un masaje a sí mismo con cierta frecuencia, así sea uno corto.
Si necesitas ayuda y vives en Chile, puedes contactar a un profesional que esté cerca de ti, en colaboración con 2x3.
El estrés afecta la respiración, pero respirar bien puede ayudar a reducir el estrés. Uno de los mejores
ejercicios de respiración para calmar la mente consiste en respirar por una fosa nasal y después por la
otra.
Por otro lado, la respiración consciente forma parte de varias terapias y ejercicios de disciplinas como el
yoga o pilates. Se dice que enfocarse en la respiración contribuye a reducir la ansiedad y enfocarse en
sentir el cuerpo, en pro de sentirse mejor consigo mismo.
Es una forma efectiva de soltar la tensión del cuerpo y la mente. Se puede hacer acostado, de pie o
sentado cerrando los ojos y dejando ir las tensiones que se tengan. Es posible que mientras se haga esto,
surjan ganas de bostezar, lo cual es una buena señal.
Otra posibilidad es que se sientan varias emociones a medida que se libera el estrés. Solo tienes que
observar como las sensaciones pasan por tu cuerpo, a medida que aumenta o disminuye la intensidad.
Después de completar la actividad, tómate el tiempo que necesites para recobrar tu estado mental de
costumbre. Seguramente sientas más energía, entre otras sensaciones que sean agradables.
En caso de que te cueste volver en sí, puedes poner música o pararte con los ojos cerrados, a medida que
flexionas tus rodillas ligeramente, relajas tu cuerpo y saltas un poco.
Por último, se recomienda que evites usar aparatos electrónicos al menos una hora antes de irte a dormir,
con el fin de darle tiempo a la mente para que libere. También se puede complementar con música
relajante, algunos estiramientos, un baño caliente, etc.
Blog post hecho en colaboración con 2x3 Chile.