La pandemia por el coronavirus ha modificado de manera contundente el ritmo de vida de la humanidad, con el aislamiento social y las restricciones por la cuarentena, se han detenido muchas actividades, los trabajos se han modificado sustancialmente, el transporte aéreo y terrestre ha disminuido a gran escala sus operaciones, las vías se observan con un significativo descenso de vehículos de motor, algunas fábricas han suspendido la producción, el consumo en general se ha reducido notablemente. Esta realidad sin duda, trae consigo afectaciones económicas drásticas, que desde ahora se viven y que se verán reflejadas en los próximos meses.
Es paradójico, pero quizás, el único gran beneficiado con la pandemia por la COVID-19 es el planeta, se han disminuido los niveles de contaminación atmosférica, los cielos se aprecian más azules, las vías se observan vacías, los animales han regresado a las ciudades o por lo menos la transitan con mayor comodidad, se respira un aire más puro, menos contaminado, el agua de ríos y mares se observa más clara y los sonidos de animales ya no se opacan con el ruido de la cotidianidad.
En China se reportó para febrero una mejora drástica en la calidad del aire, con una importante reducción de las emisiones de dióxido de nitrógeno en las principales ciudades del país.
En el norte de Italia se ha reportado también reducción en la contaminación atmosférica, traduciéndose en un cambio en la calidad del aire.
En varias ciudades de España se ha mejorado la calidad del aire, se redujeron las concentraciones de dióxido de nitrógeno y CO2 con las medidas de confinamiento.
En Venecia las aguas están cristalinas, gracias a que el tráfico de las embarcaciones por los canales ha disminuido, se van al fondo los sedimentos arrastrados por éstas, permitiendo incluso apreciar algunos peces que se han acercado desde el lago o el mar.
El consumo ha disminuido y esto se representa en menor producción de basura
La disminución de la producción en fábricas y el comprar menos, lleva a que se reduzca el uso de bolsas y plásticos; aunque en las viviendas se está produciendo más basura de lo usual, pues se ha preferido adquirir los productos básicos del hogar en grandes superficies, que venden todo empaquetado, para evitar el posible riesgo de contagio.
Es un momento trascendental para pensarnos el reciclaje con vigor, pues es la manera como desde cada hogar, se podría contribuir al medio ambiente.
El progresivo desconfinamiento trae también como consecuencia que bancos, oficinas, tiendas, almacenes, restaurantes y demás establecimientos, pretendan atender al público a través de barreras que marquen las distancia física, en su mayoría de materiales contaminantes, como el plástico, y la pregunta es ¿a dónde irá a parar todo esto cuando ya no se use?.
El reciclaje es una importante ruta para cuidar la naturaleza y aportar al medio ambiente durante esta crisis sanitaria y que se mantenga como un estilo de vida, si queremos ayudarle al planeta de manera permanente y no temporal, por esta coyuntura.
Inquieta el pensar que la reactivación de la economía, con la apertura de fábricas e industrias, pueda traer una producción desaforada que revierta lo que se ha logrado ambientalmente, con un respiro momentáneo al planeta.
Los cuidados para la población frente al virus han detonado en un uso exponencial de guantes, mascarillas, geles antibacteriales, toallitas húmedas, etc; muchos de estos productos son de un solo uso, además no se reciclan, porque pueden albergar el virus por varios días.
Igualmente a nivel hospitalario, los materiales utilizados para la protección del personal sanitario en su mayoría son de plástico y deben ser incinerados, para evitar la propagación del virus.
La gestión con estos residuos está desarticulada de una campaña educativa para cuidar el medio ambiente, que tendría que obedecer a una incineración adecuada de residuos hospitalarios.
Antes de darte unas indicaciones de todo lo que podemos hacer desde nuestro hogar para ayudar al planeta, es importante reconocer que si hay algún contagiado por COVID-19 en casa, es mejor no reciclar.
Finalmente, la NASA ha indicado que la disminución en las emisiones de gases como el CO2 necesitarían ocurrir durante un periodo de tiempo largo y sostenido para que pueda tener un impacto medible en el clima. Es claro que la pandemia nos está mostrando formas alternativas de acción humana, las preguntas son: ¿qué viene después?, ¿cuál será nuestro aprendizaje y cómo continuará la relación de las personas con la naturaleza en un mundo post-pandemia?”, pues una crisis ambiental y climática será más severa y no la resolveremos con una vacuna.
“Nuestro desafío es aprender a ser mejores personas, a modificar comportamientos, entendiendo que importa la vida misma, no sólo la humana, sino la del planeta”.
Recuerda que en Bambú estamos comprometidos a sembrar un árbol por cada registro que llegue a través de la campaña Respira con el planeta.
Invita a tus amigas, amigos y familiares a sembrar un árbol contigo, así aportamos otro pequeño granito de arena.
Coronavirus y cambio climático: Por qué la pandemia no es realmente tan buena para el medio ambiente:
https://www.bbc.com/mundo/noticias-52596472
El coronavirus, la advertencia del planeta de que la humanidad debe cambiar:
https://news.un.org/es/story/2020/05/1474302
El planeta, el principal beneficiado por el coronavirus:
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/planeta-principal-beneficiado-por-coronavirus_15325
Ecología y reciclaje en días de pandemia por el coronavirus:
https://www.france24.com/es/20200324-ecologia-reciclaje-dias-pandemia-coronavirus
Daños colaterales de la COVID-19: El resurgir del plástico:
https://theconversation.com/danos-colaterales-de-la-covid-19-el-resurgir-del-plastico-137803
7 claves de cómo reciclar en tiempos de coronavirus:
https://www.latercera.com/practico/noticia/7-claves-de-como-reciclar-en-tiempos-de-coronavirus/TC534ALECFBBLK66HKVQPM6W2Q/