Estrategias para abordar el estrés

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Ciencia y meditación
Estrategias para abordar el estrés

El estrés, esa realidad que vivimos cuando estamos a la espera de algo importante, bien puede ser una visita muy importante, una celebración, un show donde seremos protagonistas, un partido de fútbol que resuelve un campeonato, una reunión con las directivas de la empresa, una entrevista de trabajo, la presentación de un tema para la clase, un cambio en la vida o la entrega de un informe que exige puntualidad y calidad; en fin, muchas son las situaciones, eventos o estímulos que pueden desencadenar una respuesta de estrés en nosotros.

En algunas ocasiones elegimos aquellas situaciones o estímulos que pueden activar el estrés, pero reconocemos que nuestro equilibrio mental puede afrontarlo con los recursos psicológicos con los que contamos. Y es que la vida sin estrés es casi imposible, pues esta es una respuesta biológica y fisiológica que se genera cuando estamos frente a una situación que pone en riesgo nuestro bienestar, que amenaza nuestra calma y es sinónimo de presión o exigencia por alcanzar un buen resultado.

En nuestro post sobre “¿Qué es el estrés y cómo identificarlo?”, puedes encontrar en detalle qué ocurre en nuestro organismo cuando nos estresamos y cuáles son los efectos que trae en la vida humana. En general es importante reconocer que el estrés es mejor explicado si tenemos en cuenta que existen una serie de sucesos ambientales que de manera natural suscitan estrés, además que nuestros procesos cognitivos entran a evaluar e interpretan si estas condiciones resultan una amenaza para nuestro equilibrio psicológico y todo ello interactúa con la respuesta biológica del estrés, donde algunas hormonas son segregadas una vez se percibe la amenaza, como la adrenalina y el cortisol, que si se liberan por un tiempo prolongado, es decir si el estrés se vuelve crónico, pueden dañar  tejidos del organismo.

La vida sin estrés es una realidad que deseamos al soñar, sin embargo, hay quienes afirman que el estrés hace parte fundamental de la vida y no siempre es malo, pues en un sentido puede ayudarnos al logro de metas y objetivos; no obstante, cuando se experimentan niveles altos de estrés de manera crónica, pueden aparecer desde molestias físicas, psicológicas y sociales, hasta enfermedades físicas o trastornos mentales.

¿Nuestra personalidad influye en la forma en que experimentamos el estrés?

Podemos encontrar que algunos casos de estrés son desencadenados por situaciones del ambiente y no todas representan un estrés negativo; en otros casos, el estrés está determinado por la forma en que cada persona procesa, interpreta y evalúa , un suceso, estímulo o situación. Esto se ha asociado con los tipos de personalidad, donde algunos tipos tienden a ser más vulnerables a reaccionar con estrés y lo exteriorizan de manera extrema, otros parecen ser más calmados pero por el contrario, llevan el estrés como una angustia que interiorizan y sufren mucho también y, finalmente, otros, logran con serenidad y mayor regulación emocional gestionar el estrés.

Busca un equilibrio para tu vida - Unsplash
Busca un equilibrio para tu vida - Unsplash

Algunas estrategias para prevenir y afrontar el estrés

Si consideras que eres una persona con tendencia a responder con estrés ante diversas situaciones de tu vida, estas orientaciones te pueden ser útiles:

  • Organiza el tiempo, especialmente el de la “enfermedad de la prisa”.
  • Evita anteponer el ego ante lo que haces, ya que estarás enfocando tu atención y energía en ganar reconocimiento, competir, mantener una imagen o apariencia ante los otros, lo que inevitablemente te agotará y te llevará a sentir frustración o malestar por tu desempeño, desarrollando sentimientos hostiles.
  • Planifica el trabajo.
  • Desarrolla pasatiempos.
  • Introduce en tu vida el hábito de la lectura, la recreación y el contacto con la naturaleza.
  • Practica ejercicio de manera regular.
  • Participa en actividades donde no tengas que estar compitiendo.
  • Delega tareas y brinda el tiempo razonable a las demás personas para que las realicen.
  • Si el estrés obedece a la toma de una decisión importante, se sugiere que no actúes o decidas impulsivamente (escribe las opciones posibles, analiza las ventajas y las desventajas de cada una, proyecta las opciones en el futuro inmediato y finalmente elige la que consideres más provechosa, acéptala con todas las consecuencias que implique esa decisión).
  • Come con atención plena.
  • Practica la relajación y la meditación.
  • Ubica en tu agenda tiempo para el descanso de calidad.
  • Evita complacer a todas las personas, es desgastante y no lo lograrás.
  • Realiza pausas durante tu jornada de trabajo.
  • Practica el autocuidado, pensando siempre primero en ti y en tu bienestar.
  • Entrena la gestión de emociones y comunica lo que sientes de manera asertiva.
  • Preocúpate de manera constructiva, es decir, elaborando planes de acción, emprendiendo formas nuevas de respuesta y creyendo en tu capacidad para resolver la situación.
  • Recuerda buscar maneras activas de enfrentar el estrés, pues las inactivas, como ver la televisión, navegar por internet, jugar videojuegos, parecen relajantes pero pueden aumentar el nivel de estrés a largo plazo.
  • Asegúrate de dormir lo suficiente.
  • Evita el uso de tabaco, el exceso de cafeína y alcohol, y el uso de sustancias ilegales.
  • Busca orientación profesional si percibes que tu propio estilo de procesamiento cognitivo es disfuncional y te hace la vida más difícil.

Llevar Una vida mindful

Deja ir tu mente y después sé “mindful”. Cierra las orejas y luego escucha – Rumi
Deja ir tu mente y después sé “mindful”. Cierra las orejas y luego escucha – Rumi
  • Practicar la atención plena puede ayudarte a transformar la manera en que respondes a las situaciones estresantes.
  • Vivir el momento presente, sin estar apegado al pasado ni anticipando el futuro, ayuda a aliviar el estrés que viene dado por una presión sobre un resultado que estará próximo a ocurrir y que no puedes controlar totalmente. Si estás en el ahora con atención plena, vas a emprender acciones que te ayuden a resolver de manera eficiente las situaciones que te estresan y aportar con tu actitud a un mejor resultado.
  • Una alimentación saludable y balanceada también te ayudará, si practicas la alimentación consciente o comer con atención plena.
  • La meditación te puede enseñar o más bien recordar cómo vivir con tranquilidad.

La meditación ayuda a aliviar el estrés, pero además a prevenir que esa respuesta, en principio funcional, se convierta en un problema. Estar más sereno, te permite identificar y dejar ir el exceso de tensión. Es un estado que también conoces, el del optimismo cuando brilla el sol, el de la capacidad de escuchar más allá de tu paciencia y de poder con todo aunque el día cambie su rumbo.

Incorporar la meditación es una práctica eficaz, actual, y lo que es mejor, con efecto a largo plazo para combatir el exceso de estrés. Empieza por llevar la atención a tu respiración. Inhala. Exhala.

  • Encuentra en Bambú prácticas de meditación para aliviar el estrés, reducir la ansiedad y en general para meditar o realizar pausas en momentos de trabajo o estudio que pueden desencadenar tensión.

Apóyate también en las prácticas para acompañar distintos momentos y situaciones de tu cotidianidad, gestionar las emociones o ayudar a dormir mejor, con las historias para dormir, los viajes sonoros y la música relajante.

Adriana Patricia Morales Franco
Neuropsicóloga

Referencias

  1. Una revisión teórica sobre el estrés y algunos aspectos relevantes de éste en el ámbito educativo
  2. Síntomas de estrés: Consecuencias en tu cuerpo y tu conducta
  3. Respuesta fisiológica al estrés

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