Muchas compañías trabajan con sus empleados desde remoto, por lo que el home office es una tendencia y ahora, con el distanciamiento físico que ha sido necesario debido a la pandemia, las actividades laborales en su mayoría se trasladaron a los hogares de los empleados y colaboradores.
En la actualidad algunas empresas retornan gradualmente a la presencialidad con medidas y protocolos estrictos de bioseguridad; sin embargo, son muchos los casos que preservan el home office como alternativa de trabajo, donde también han encontrado grandes oportunidades e incluso, aumento del desempeño y el rendimiento laboral.
La opinión de los empleados y colaboradores juega un rol muy importante en cuanto a la evaluación del home office, pues hay quienes aseguran experimentar mayor comodidad y la posibilidad de atender el hogar mientras logran continuar con su trabajo. Sin embargo, en muchos casos esta modalidad de trabajo representa un riesgo alto para el inicio de condiciones emocionales que afectan la salud psicológica, tales como estrés, depresión, ansiedad, insomnio, problemas de concentración, dificultades para dormir y cambios en el apetito, irritabilidad, e incluso el desarrollo del síndrome del burnout (o del trabajador quemado), que ha sido reconocido por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como un trastorno de salud relacionado con el desgaste profesional y aparece como respuesta al estrés crónico.
Por tanto, el home office ha de mirarse con cuidado y requiere un despliegue de estrategias entre la empresa y el empleado para cuidar la salud mental.
Trabajar en el lugar que antes era tu espacio de descanso, donde hallabas tranquilidad y calma como escape a lo laboral, puede activar una sensación de “el trabajo no termina nunca” y desencadenar aumento de tensiones que afectan tu bienestar mental.
Por eso, pensando en la salud psicológica o emocional de todas las personas que trabajan desde casa, queremos brindar algunos tips para combatir el estrés y malestar general que puede traer esta modalidad de trabajo.
Es claro que el trabajo se hace en casa, pero es importante que puedas darle a tu cerebro una estructura que indique espacialmente cuál es el área de trabajo y cuál es el área de estar en casa con actividades propias como descansar, ver tv, leer, comer, relajarte, etc.
Incluso si en la misma mesa donde trabajas sueles comer, puedes por ejemplo poner algo, como una manta, que indique es la hora de comer y retira todo lo que implique trabajo.
Los horarios visibles son una excelente forma de cumplir con rutinas, esto no sólo aplica para niños, también con el home office viene bien tener estipulada una hora tanto para levantarse como para ir a la cama, como también la programación de los tiempos de trabajo y ¡claro!, unos tiempos diarios de descanso, por cada hora, pausa 5 minutos, puedes poner una alarma para que puedas usarla como recordatorio del momento para tí.
Es necesario que además tengas una hora de inicio para empezar a trabajar, también una hora de cierre, que cumplas con precisión y ya no leas más mensajes o correos del trabajo y te ocupes de otras actividades que te generen descanso y diversión.
Durante los descansos y pausas, elige cuáles actividades realizar, que en lo posible te recuperen del agotamiento y te disminuyan las tensiones y el estrés. Unos minutos al aire libre, tomando el sol, pueden ser valiosos, tomar un vaso de agua o comer un pequeño snack, lo importante es poder hacer cualquiera de estas actividades con atención plena, ayudándote con unas inhalaciones y exhalaciones profundas, conectando contigo, con tu cuerpo y su sentir y darle paso a lo que realizarás con total presencia.
Pocos minutos serán suficientes para restaurar tu energía y volver con una nueva actitud a continuar con el trabajo.
En Bambú encuentras prácticas rápidas (de 1 a 3 minutos) de atención plena o mindfulness para conectar con tu respiración, tu cuerpo (“Body scan”), enfocar la atención (“Foco”), relajarte (“Relax”) y aumentar la energía (“Energía”).
Esto podría parecer un cliché decirlo, pero una vez lo realizas y lo vuelves parte de tu rutina, te das cuenta que estas pausas no te hacen perder el tiempo, al contrario, 5-10 minutos pueden luego revertirse en la terminación de una tarea en la que estabas dando vueltas sin lograr culminar.
Una jornada de ejercicio físico o yoga puede ayudarte a liberar la tensión corporal. Esto es importante porque las emociones se hospedan en el cuerpo y pueden concentrar áreas de dolor, rigidez e incluso afectar la alimentación, por la aparición de molestias gástricas.
Por ello, atender el cuerpo es una vía indirecta para atender la mente y unos minutos de yoga o ejercicio físico, pueden ser de utilidad para liberar el estrés.
Tu cuerpo también necesita recibir los alimentos necesarios, en los horarios específicos para evitar molestias médicas asociadas al desorden en la alimentación y el consumo de comida no saludable.
Instala en tu rutina diaria, un momento especial en el que conectes con tu respiración; ésta es una actividad involuntaria, automática, pero cuando la hacemos consciente y la usamos para nuestro beneficio, puede contribuir al bienestar emocional y psicológico general.
Una manera valiosa de hacerlo es a través de las prácticas de meditación, incorporando unos minutos al inicio o al final del día, lo importante es que dispongas del momento y si lo prefieres puedes hacerlo guiándote con las prácticas de meditación que te brinda Bambú. Encuentra también una guía sencilla para meditar en nuestro blog.
Si, así como lo lees, darte tiempo para "no hacer" es valioso, un momento de descanso sin usar teléfono o pantallas en general, incluso sin leer, puede darle una buena recarga a tu cerebro y a tu cuerpo.
Leer un libro que vienes siguiendo, revisar una revista, ver la televisión, escuchar música, chatear con amigos y familia pueden ser actividades que te contribuyan a la tranquilidad.
Evita ver canales que muestren noticias que pueden estresarte o entristecerte y procura tomar un tiempo para informarte de fuentes serias, unos minutos para estar enterado será suficiente y procura hacerlo en el día y no en la noche.
Pintar, tejer, dibujar, tocar un instrumento musical, escribir o cantar no son tareas exclusivas de artistas, al realizarlas estimulas tu potencial de creatividad que en ocasiones duerme sin lograr despertar. Por ello, propicia encuentros sencillos con estas labores y podrás a experimentar una nueva forma de liberar las tensiones.
Hablar tiene más poderes curativos de lo que imaginas, elige un momento para conversar, cuenta a alguien cómo te sientes, puede ser una persona de tu familia o alguien de tu confianza; si el tiempo no facilita un encuentro, puedes hacerlo a través de una video llamada.
Obviamente no estás solo, así que regálale tu atención y tu escucha consciente a la persona con la que conversas, seguro lo agradecerá muchísimo.
Es humano pedir ayuda, cuando en ocasiones el estrés o las emociones te desbordan, está bien buscar una orientación profesional y es una urgencia tan vital como las que representan enfermedades físicas. Cuida de tí, porque tú eres el centro de tu vida.
El home office es la tendencia actual y para muchas personas representa una nueva manera de trabajar. Como todo cambio requiere una adaptación que lleva tiempo y viene bien hacer ajustes a las rutinas. Elegir los mejores momentos del día para actividades que exigen más concentración, hacer pausas y cuidar de tu bienestar físico y mental, deben ser tus prioridades.
Incluye en tus rutinas diarias momentos para descansar, meditar y relajarte, aprovecha nuestros contenido en Bambú para que te centres en la respiración, alivies el estrés, aumentes tu foco y productividad y en general puedas vivir con mayor presencia cada momento.